Realidades y Presencias # 158
PRESENTACIÓN
Los escenarios políticos son cambiantes y dinámicos, en ocasiones hasta nos sorprendemos lo contradictorios que pueden llegar a ser. No se hace raro por ejemplo ver a un político cambiar con frivolidad su identidad partidista por otra de tinte más antagónico. A eso nos hemos acostumbrado, al punto de llegar a pensar que es totalmente normal.
Pero lo anterior muestra que estos cambios y dinamismos obedecen más a una lógica del mejor postor y cada vez menos a una del ideal. Para decirlo en otras palabras, simplemente hay que ver como las bancadas del Congreso van de un lado a otro dependiendo de quién comande el barco, mostrando con ello el escaso criterio de decisión y lo maleable que se torna todo en razón de las dadivas.
En medio de ese escenario, que las comunidades se acostumbran a verlo a través del filtro de la televisión o de la prensa, se anuncia el ya cíclico y repetitivo discurso cuatrienal del “cambio”, sin embargo, en las territorios los problemas siguen vigentes y sí, los gobiernos cambian en compañía de sus políticas y énfasis, pero las realidades y dolores siguen siendo los mismos y con acentuaciones considerables. De allí que sea necesario fortalecer la gobernanza desde los territorios y comunidades, buscando superar los rezagos de una democracia electorera, centrada en el personaje, a una democracia consciente, participativa, activa y comprometida en la colectividad de causas comunes y justas.
En suma, se trata de darle continuidad y fortaleza a una agenda ciudadana, social y popular con vocación de paz, que bien puede interlocutar y expresar sus tensiones con la institucionalidad, pero que a su vez debe mantener la independencia, el dinamismo y los esfuerzos de cara al horizonte colectivo trazado por la defensa de la vida humana y natural. Se trata entonces de una agenda de largo aliento que no se rompe ni claudica en escenarios amenazantes, sino que se empodera en lo sagrado de la vida.
Observatorio de Realidades Sociales
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